Hoyen día la psicomotricidad ocupa un lugar importante en la educación infantil. Muchos investigadores en este campo, reconocen que existe una gran interdependencia entre los desarrollos motores, afectivos e intelectuales.
La psicomotricidad es una disciplina que, a partir del movimiento se convierte en un medio de comunicación tan poderoso que no sólo sirve para transmitir sentimientos, sino que también para desinhibir al niño, desarrollar su intelecto y proporcionarle oportunidad de controlar sus desajustes emocionales.
La utilización del propio cuerpo son aspectos básicos del descubrimiento personal que tienen que realizar las niñas y niños menores de seis años. La importancia de un adecuado desarrollo psicomotriz es incuestionable.
A través del movimiento, la niña y el niño van organizando mentalmente el mundo exterior que le rodea.
El niño y la niña en el aula de psicomotricidad, adquiere nociones espaciales, temporales, de lateralidad, relativas a su cuerpo, a los objetos, a situaciones que le facilitan la adquisición de nuevos aprendizajes, y desarrollo de sus capacidades.
La psicomotricidad es una disciplina que, a partir del movimiento se convierte en un medio de comunicación tan poderoso que no sólo sirve para transmitir sentimientos, sino que también para desinhibir al niño, desarrollar su intelecto y proporcionarle oportunidad de controlar sus desajustes emocionales.
La utilización del propio cuerpo son aspectos básicos del descubrimiento personal que tienen que realizar las niñas y niños menores de seis años. La importancia de un adecuado desarrollo psicomotriz es incuestionable.
A través del movimiento, la niña y el niño van organizando mentalmente el mundo exterior que le rodea.
El niño y la niña en el aula de psicomotricidad, adquiere nociones espaciales, temporales, de lateralidad, relativas a su cuerpo, a los objetos, a situaciones que le facilitan la adquisición de nuevos aprendizajes, y desarrollo de sus capacidades.